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10 habilidades del líder del futuro

Como dice Warren Bennis, el líder no nace, el líder se hace. Hoy en Infinite Spur os traemos las diez cualidades imprescindibles para el líder del futuro. Descubre si tienes lo que hay que tener.





Si el COVID nos ha demostrado algo, es que el futuro es incierto. Aquello que creíamos conocer y los planes de futuro que podíamos tener puede que hayan cambiado para siempre, o por lo menos, que se hayan retrasado o modificado. Lo que tenemos delante no termina de asentarse y parece que “la nueva normalidad” no es más que la misma incertidumbre de estos años. Esta realidad cambiante, que no parece asentarse, nos hace recurrir a nuevos principios de liderazgo que nos ayudan a enfocarnos y adaptarnos en tiempos complejos. No podemos cambiar la realidad que nos rodea, pero sí podemos cambiar nuestra actitud hacia lo que está sucediendo a alrededor. Por eso, ahora más que nunca, necesitamos ser flexibles, adaptables y buscar la claridad que pueda guiarnos en estas turbulencias.

Una parte importante del liderazgo reside en cómo aprendemos a enfrentarnos a la adversidad, qué herramientas tenemos para hacerla frente, y de quién nos rodeamos para conseguirlo. Por eso, en estos momentos difíciles, es muy importante mirar al futuro, enfocar dónde queremos ir y decidir quiénes serán nuestros compañeros de viaje. Para mirar al futuro en tiempos inciertos, tenemos un importante referente que nos puede ayudar a dar la vuelta a la situación adversa y convertirla en una oportunidad de cambio. Este es Bob Johansen, director del Instituto para el Futuro de California (una institución fundada en el año 1968 con el fin de ayudar a diversas organizaciones a planificar para el futuro). Johansen, experto en el análisis de futuros inciertos y autor de múltiples libros sobre liderazgo, entre ellos Leaders make the future, nos señala las diez habilidades imprescindibles en un buen líder.


En el post de hoy examinamos cada una de estas habilidades. Podrás ver las que tienes o las que te faltan y con ello aprenderemos a cómo adquirirlas o potenciarlas. Esperamos que cuando terminéis la lectura hayáis descubierto al líder que reside en vosotros.





La primera de estas cualidades es el instinto creador. En los momentos complejos, el liderazgo ha de convertirse en acción. No sirve de nada el convertirse en espectador, sino que hay que ser una parte de la solución. Estas situaciones requieren una habilidad creativa que surge del interior, de forma espontánea y que te lleva a generar y crear nuevas ideas, innovar conceptos o soluciones. Lo importante es crear con lo que tenemos, no con lo que nos gustaría tener y, sobre todo, tener en cuenta que la solución podrá evolucionar y modificarse para adaptarse al futuro en el que se lleve a cabo.

La segunda habilidad es la capacidad de ver el futuro con claridad. Puede parecer complicado dada la incertidumbre de la situación que nos rodea, pero con ello Johansen señala la importancia de saber ver más allá de la realidad que tenemos delante y adentrarnos en el futuro. El ser capaz de ver más allá de las frustraciones y dificultades del presente, y vislumbrar un futuro mejor, con posibilidades, es lo que nos permitirá dirigirnos hacia él con firmeza y certidumbre.

La tercera es la habilidad de dar la vuelta a los problemas o “dilemma flipping” como describe Johansen. Es decir, dar la vuelta a una situación y a las dificultades que viene consigo, para buscar los resquicios de oportunidad y actuar en ellos. Es muy fácil ver las dificultades, lo importante es ser capaz de dar la vuelta a las situaciones para convertirlas en una ventaja y una oportunidad. No busques lo que no tienes, busca cómo llegar a lo que quieres. Busca y darás la vuelta a la situación para encontrar lo que quieres.

La cuarta habilidad es la capacidad de realizar un aprendizaje inmersivo que nos permita explorar la realidad desde diversos ángulos o explorar un futuro desconocido. Pero ¿cómo lo hacemos? El futuro se construye en el deseo, imaginando las situaciones deseables, hablando con gente o quizás con juegos digitales y en escenarios virtuales. Igual que los experimentados pilotos se preparan para situaciones difíciles en vuelo a través de los simuladores, de la misma manera nosotros nos adentraremos en ese futuro deseable para conocer mejor el terreno y ser capaces de anticipar posibles problemas.


La quinta habilidad se trata de la bio empatía, es decir, la capacidad de empatizar con la naturaleza en su más amplio sentido. Tenemos que aprender a ver las cosas desde una perspectiva sostenible y respetuosa, e incorporarla a nuestras propias rutinas y procesos de decisiones de futuro.




La sexta habilidad conlleva un alto nivel de empatía y respeto, es la despolarización constructiva, es decir, tener la capacidad de ver más allá de las perspectivas contrarias y opuestas de distintos grupos y ser capaz de reconciliar intereses y objetivos para conseguir un bien común. Pueden ser ideas, valores o culturas, lo importante es saber conciliar posturas divergentes para poder seguir avanzando juntos hacia ese futuro deseable y mejor.

La séptima habilidad es la transparencia, la humildad, que, si bien es una de las más sencillas de entender, es también una de las más difíciles de encontrar en la sociedad. La transparencia y la sencillez permitirán que otras personas entiendan y acepten que actuamos de forma desinteresada en pro del bien común. Si, por el contrario, se percibe que actuamos guiados por la ambición personal o de cualquier otro tipo, perderemos la capacidad de aportar y convertiremos el liderazgo en influencia. Y eso es otro cantar.

La octava habilidad, la capacidad de diseñar prototipos rápidos, va muy vinculada con la primera de la creatividad. No solo tenemos que pensar o innovar, sino que tenemos que hacer, construir soluciones de forma rápida, aunque no sean perfectas. Solo la acción, el diseño y la implementación nos permitirán avanzar y mientras lo hacemos siempre tendremos oportunidad de mejorar. La “perfección” es limitante porque paraliza, impide el error. Por eso, en momentos inciertos, la agilidad y la rapidez es lo más importante, nos permite hacer y avanzar, y aceptamos que el error se convierte, una vez más, en oportunidad de aprendizaje.

La novena habilidad, la organización en redes o Smart Mob Organizer va muy acorde con las tecnologías digitales actuales y su uso para comunicarnos, compartir y unirnos en pro de un proyecto común. Hoy en día las redes sociales (así como todo tipo de redes) se han convertido en el canal de comunicación más eficaz, rápido y sostenible de la historia. La comunicación a través de las distintas redes nos permite llegar a cualquier lugar, en cualquier momento. Nos ofrece infinitos canales para compartir creaciones, ideas y soluciones. Pero eso sí, en las redes, como en el liderazgo, existe una fina línea que divide el uso de la manipulación, en este caso, de la comunicación. Cuidado. Cruzar la línea suponer volar los límites entre el liderazgo y el manipulador.

Por último, la décima habilidad es la Creatividad en Común (Creative Commons) y apunta a la capacidad de generar y articular soluciones válidas para todos los implicados en el problema. Nos invita a pensar en el equipo, en el colectivo y nos aleja de la individualidad. Es muy poderosa porque valora la capacidad creativa y de trabajo del grupo. Es la suma de capacidades, la que nos puede llevar a soluciones sistémicas y sostenibles. Es el liderazgo al servicio de la sociedad del futuro.

¿Dónde estás tú? El líder se hace, no nace, como decía Bennis. Lo importante no es tener todas las habilidades, sino saber cuáles de ellas son tus fortalezas y debilidades, y trabajar en ambas por igual. El liderazgo es un ejercicio de equilibrio y reflexión, y más en los tiempos convulsos.


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También queremos recordarte que Infinite Spur cuenta con un Taller de Liderazgo y emprendimiento. En el siguiente enlace, puedes echar un vistazo a nuestra formación online: https://www.infinitespur.com/es/vr-leadership



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