La disrupción: Que rompe con todo. Esta es la definición de disruptivo, un término que se utiliza como sinónimo de innovación desde hace más de veinte años, y que sigue siendo una referencia hoy en día.
No seguir los pasos de alguien, saltar mucho más allá.
Romper con los cánones anteriores y las ideas predeterminadas.
Innovar, empezar de cero.
Reinventar las reglas.
Estas son algunas de las características de la disrupción; y puede haber más dependiendo del área o disciplina en la que se aplique.
Podría decirse que (salvo algunas excepciones particulares como el comportamiento disruptivo), la disrupción se considera un cambio positivo y poderoso porque está relacionado con la innovación y el progreso. A menudo implica romper las reglas, ser creativo y original, rebelde e incluso revolucionario. En definitiva, la disrupción y la innovación son un objetivo en sí mismo. Es una necesidad para cualquier profesional que desee tener éxito hoy en día, especialmente en el mundo de los negocios y la tecnología.
La disrupción a través de la historia: la búsqueda de la creatividad, la innovación y la ruptura de las reglas.
El pensamiento disruptivo no es nuevo. A lo largo de la historia tenemos muchos ejemplos de innovación, de búsqueda de formas nuevas y alternativas de hacer las cosas. Esto no sólo se refiere a la tecnología, los negocios y la ingeniería, sino que también el arte fue considerado el vehículo perfecto para la exploración de ideas disruptivas.
Pensemos en Leonardo da Vinci, Vincent Van Gogh, Frida Kahlo o Andy Warhol. Tal vez hoy no consideremos a algunos de estos artistas como pensadores rompedores, pero todos ellos tuvieron que romper con las reglas y normas de su época para crear algo nuevo y único.
España es considerada un referente en el mundo de la innovación artística y ha sido cuna de algunos de los artistas más influyentes y disruptivos de todos los tiempos. Aunque esto se aplica a muchos campos de nuestra historia, como la literatura, la arquitectura, la pintura o la escultura, podemos echar un vistazo a algunos de los artistas españoles más importantes del siglo XX que dieron paso a una nueva forma de entender el arte. Mencionemos sólo a Pablo Picasso y Salvador Dalí, dos de los artistas más reconocidos internacionalmente cuyo carácter y estilo disruptivo creó una nueva escuela y estilo artístico.
Salvador Dalí: Destruir para ver
Salvador Dalí no puede considerarse simplemente un artista disruptivo. La disrupción es inherente a su personalidad. Es la personalidad de un genio creativo, original, excéntrico e irreverente que apenas siguió las reglas.
"El surrealismo es destructivo, pero sólo destruye lo que considera grilletes que limitan nuestra visión", dice al referirse a su arte. Dalí define el surrealismo como una oportunidad para romper con el pasado, pero siempre buscando una visión más completa. Su obra pretende ampliar la percepción de los objetos, rompiendo esos muros que, tradicionalmente, la habían limitado. La persistencia de la memoria es, quizás, la obra más famosa de este pintor posmodernista español y también el mejor reflejo de la personalidad disruptiva y creativa de este español, Salvador Dalí.
Pablo Picasso: el genio creativo perturbador
Considerado uno de los más grandes pintores de todos los tiempos, Pablo Picasso fue un artista polifacético, brillante en diferentes disciplinas, pero que se hizo inmortal por sus pinturas. Es en sus obras pictóricas donde plasma una nueva forma de entender el mundo y la sociedad en la que vivía.
Supersticioso, complejo, sensible y excéntrico, Picasso fue un excelente ejemplo de la innata personalidad disruptiva, tan singular del talento artístico. Las Damas de Avignon y, por supuesto, el Guernica, son dos de los mejores ejemplos de cómo Picasso fue capaz de plasmar su personalidad disruptiva en su obra. Su visión innovadora es una nueva forma de entender el mundo, un artista visionario adelantado a su tiempo. Quizá sea por su visión y talento por lo que se le considera uno de los referentes de los artistas disruptivos españoles.
Desarrollar la capacidad disruptiva
Se dice que la personalidad disruptiva es innata en una persona. Por lo tanto, se tiene o no se tiene. Por suerte, hoy en día sabemos que es posible aprender a desafiar las normas y reglas y a ser crítico y creativo. Uno puede entrenar sus habilidades y competencias disruptivas como parte de un proceso creativo; un proceso de innovación muy beneficioso para el mundo.
Dalí y Picasso son algunos, pero no los únicos, ejemplos de artistas españoles del siglo XX que exploraron el mundo de la disrupción. España es un país de contrastes y retos, el camino perfecto para aprender, explorar y desarrollar tus propias capacidades disruptivas y, en definitiva, saber aplicarlas en diferentes campos artísticos y profesionales desde la Arquitectura y la Ingeniería, hasta la Tecnología y la Comunicación.
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