La sociedad nunca deja de cambiar, y los ciudadanos nunca dejamos de aprender. El resultado de todo esto son los constantes cambios que experimenta el sistema educativo para incorporar nuevas tecnologías, ideas y procedimientos. La educación y los sistemas educativos de todo el mundo se verán inmersos en un profundo cambio durante los próximos años, algo que la pandemia del COVID-19 ya se ha encargado de acelerar, y que continuará en el tiempo según se vaya avanzando en la “revolución tecnológica” en la que vivimos. Estas tecnologías digitales e internet, poco a poco, van a modificar profundamente los sistemas educativos tradicionales y cambiarán por completo las dinámicas de aprendizaje en colegios y universidades, además de a los propios docentes, las clases y sus metodologías de enseñanza.
En el blog de hoy, veremos cuál es el futuro de la educación y haremos un repaso de cuáles serán los principales cambios derivados de la “digitalización de las aulas” y cómo esto cambiará el concepto y el desarrollo de las clases como hasta ahora venía siendo.
1- Los profesores se convertirán en guía para los alumnos.
Los profesores serán los que primero se deberán ajustar a este nuevo escenario digital, modificando no solo la metodología docente y la forma de dar la clase, sino también su propia relación con el alumno. Más que transmisores del conocimiento, los profesores se convertirán en facilitadores de conocimiento, cuya tarea es la de orientar al alumno, especialmente en el manejo de internet como herramienta de búsqueda, dada la gran cantidad de información a la que los alumnos pueden acceder fácilmente. Uno de los retos de los docentes, pues, se centra en enseñar a sus alumnos a seleccionar y ser críticos con la información que obtienen de la red.
El concepto de “clase” como hasta ahora se conocía también va a cambiar; pasaremos de las clases pasivas en las que más de 200 alumnos “digerían” las conferencias magistrales del profesor, a clases activas y dinámicas donde la interacción del alumno es el foco de la lección, tal y como propone la metodología del “flipped classroom”, en la cual son los alumnos los que preparan la clase previamente y aprovechan el tiempo de clase para exponer y trabajar sobre los contenidos.
Además, la gamificación en el aula será habitual en la educación del futuro, integrando las tecnologías digitales, la realidad virtual o los videojuegos en el aula, como nuevas experiencias activas, dinámicas y efectivas para relacionarse con los alumnos.
2- Alumnos con una mentalidad más global y con un mayor acceso a la información.
Durante los próximos años, veremos a un alumnado inquieto y global, con muchas más posibilidades de conseguir información. El alumno Z quiere ser protagonista de su educación y busca, a través del aprendizaje, formas de comprender y responder a las necesidades del entorno global. Busca además un sentido práctico en su aprendizaje, útil y que le prepare para su futuro.
Según César García, profesor de la Universidad del estado de Washington, “los estudiantes van a ser más exigentes en cuanto a sus expectativas educativas, sintiéndose como clientes que buscan un retorno de su inversión”.
Expertos españoles afirman que los horarios también van a cambiar, y paulatinamente se irán eliminando las fronteras entre colegio y hogar, permitiendo que el aprendizaje sea accesible a cualquier hora y en cualquier lugar, un hecho muy propiciado por la incorporación de las nuevas tecnologías de la comunicación en el aula.
3- Un proceso educativo más tecnológico y personalizado.
Gracias a los avances tecnológicos, pronto podremos descartar la enseñanza generalizada y “para todos” derivada de la clase tradicional de “bolígrafo y papel”. Actualmente, las nuevas tecnologías nos permiten ofrecer una educación muy personalizada y completamente adaptada al cada alumno y al entorno actual. Entre otras cosas, la tecnología nos permitirá:
· Organizar los recursos de enseñanza de un modo más flexible y de diferentes formas.
· Ofrecer el contenido en diferentes formatos que resulten atractivos a alumnos de distintos niveles que capten la atención de todos, invitando a la interacción directa, auto evaluadora y divertida.
· Aprender de las preferencias y resultados de los alumnos, lo que nos permitirá llevar un seguimiento individualizado del proceso de aprendizaje de cada uno de ellos.
· Proporcionar a padres y estudiantes un feedback personalizado, basado en datos, que permita corregir sus errores y aprender de la experiencia.
· Facilitar al profesor en su actividad docente la toma de decisiones estratégicas, de planificación, de orientación y de apoyo alumnos.
Como respuesta a la situación actual y a la necesidad de transformar la educación, Infinite Spur ofrece un nuevo concepto de formación virtual con un modelo educativo basado en los siguientes pilares:
- Grupos pequeños privados online (SPOC Small Private Online Courses)
- Incorporación de diversas herramientas digitales
- Clases sincrónicas
- Participación de estudiantes internacionales
- Trabajos colaborativos virtuales
- Actividades profesionales y culturales
Si quieres saber más, no dudes en visitar nuestra página web www.infinitespur.com , contactarnos a través del correo electrónico info@infinitespur.com o seguirnos en nuestras redes sociales.
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